jueves, 10 de septiembre de 2015

UN FANTASMA RECORRE LA VIEJA EUROPA

Cuanto más se mira Europa en el espejo más se parece al siglo XIX, Debe ser que envejecer es repetirse a uno mismo pero en caricatura. Y no siempre las caricaturas hacen gracia. De hecho, en la mayoría de los casos no pretenden ser graciosas. Esta mal llamada crisis de refugiados nos lo muestra cada día en los telediarios a la espera, seamos sinceros, de que empiece ya la Champions y se acabe el verano de forma oficial. Por eso, antes de que las noticias sobre los refugiados se conviertan en residuos del verano, pese a que en el invierno seguirán llegando a Europa, posiblemente en condiciones agravadas por el clima, quería echarle un vistacito al espejo de la memoria en donde no es menos escandaloso que una reportera nazi de Hungría golpee a quienes pretenden encontrar refugio como que los líderes europeos se repartan cupos de lo que ellos ven como mano de obra barata. Si a alguno a estas alturas aún le sorprende que Merkel...en fin, Merkel, ya lo hemos hablado tantas veces, no toma las decisiones alemanas por sí sola, basta con rascar un poquito para entender que una Europa envejecida necesita, a muy corto plazo, mano de obra que mantenga el status económico de los que zancadillean a gran escala. De ahí lo caricaturesco de la reportera nazi (como siempre la extrema derecha tan idiota cuando el capitalismo ya ha creado suficientes vías para mantener las desigualdades sin necesidad de recurrir a la violencia física, los pobres ya se mueren solos, no hace falta matarlos) de ahí lo caricaturesco de las declaraciones del gobierno español que tampoco, se entera de nada, negando primero el asilo, pasando después al "entrarán los que puedan entrar" tan gallego y tan estúpido del presidente, a la aceptación del cupo una vez que alguien le haya explicado a los tontos españoles que no son refugiados sino trabajadores desesperados.
Por otro lado queda la buena voluntad de los ciudadanos comunes que pretendemos ayudar, concienciar, asilar, dar refugio en definitiva a quienes huyen de una guerra provocada por los mismos que ahora se ven desbordados y que no podemos hacerles el juego a la derecha construyendo sin querer ese ejército de reserva del que hablaba Marx (ves?) ni a la extrema derecha aportando al discurso racista y xenófobo del "estos eran iguales que nosotros antes de la guerra" que casi lleva implícito "no como esos negros que vieneN en patera".
Y en esas estamos.
Empieza el curso y ya estamos preparando con el de Filosofía algo para denunciar todo esto, lo que nos llevará a consumir ingentes cantidades de cafeína y así podré decir que lo que realmente me quita el sueño es...y así vamos.


1 comentario:

Marta Fernandez dijo...

Soy la hermana de Rudy y me parece deleznable la hipocresia del mundo occidental.
Como bien ha dicho nuestro amigo Serge Ibaka, no quieren a los refugiados (los más descerebrados, claro) pero sí les gustan sus recursos. Y a los más listos les encanta su potencial y enorme plusvalía, ya sean sirios de verdad, migrantes económicos con pasaporte falso o del planeta cripton.

¿Qué opinión te merecen los artículos de Thierry Meyssan? También uno lee a Santiago Alba y a veces sales más confundido que otra cosa.